¡Hola a todos! Después de varios meses, este blog despierta del coma y vuelve a las mejores pantallas, las vuestras. Gracias por leerme, que sé que sois pocos pero, los que sois, ahí estáis siempre. Han pasado cosas importantes desde mi última actualización, entre ellas que por el momento estoy viviendo en Madrid y que trabajo entre libros, como siempre quise. ¿El futuro? Y quién lo sabe.
Otra de las grandes decisiones de los últimos meses fue volver a ver las seis temporadas de mi serie favorita junto a Sons of Anarchy, la maravillosa e inolvidable The L Word. De momento he visto la primera, porque tengo que compaginarla con otras cuantas (también tengo pendiente una entrada para la desternillante Scream Queens).
Se me ha ocurrido hacer un repaso de las mejores escenas y los momentos más memorables, porque no puede negarse que los hay a cascoporro, y creo honestamente que jamás encontraré una serie que me marque y me emocione como lo hizo esta. Para quien no haya visto la serie, pues L (así la llamaron en España) comenzó en 2004 y finalizó en 2009, y trata sobre la vida de un grupo de lesbianas de Los Ángeles, sus relaciones y su día a día tanto en el terreno personal como profesional. La trama se desarrolla durante seis temporadas, y todo empieza cuando en el primer episodio, Jenny Schecter (Mia Kirshner), a la cual podemos considerar el personaje central de la serie, llega a Los Angeles para reencontrarte con su novio, Tim, y cumplir su sueño de ser escritora. Por hacer un pequeño y rápido esquema de los personajes principales que encontramos al principio de la serie, decir que Tim es vecino de Bette y de Tina, entre cuyas amigas encontramos a Alice (periodista bisexual), Dana (tenista profesional en el armario), Marina (la dueña del Planet, donde siempre se reúnen), Shane (de profesión conquistadora y peluquera) y Kit, la hermana mayor rebelde de Bette.
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Cutrefoto a lo Superpop encontrada en google que nos ayudará
a hacernos a la idea del panorama inicial
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Bien, pues si metemos a toda esta peña en una coctelera sale lo que sale. Lo que sale, por si no os lo había dicho, es magnífico.
Intentaré no hacer spoilers, pero igual cae alguno pequeñito si no habéis visto la serie.
Mi recuento de momentos favoritos de la primera temporada podría comenzar con uno extraído directamente del primer capítulo. Resulta que la tierna Jenny y la ofensivamente atractiva Marina se conocen y, durante una conversación literaria de lo más interesante en una fiesta en casa de Bette y Tina, comienzan a saltar tantas chispas que Alice, que está sentada entre ellas en el sofá, tiene que salir por miedo a que su camiseta de licra comience a arder (¿he dicho ya que la serie es de los 2000s, ¿no?). Me apetecía hacer la coña y ya la he hecho. Ni siquiera sé si la camiseta de Alice era de licra, aunque seguro que lo era. Eran los 2000s. Después de este bochornoso chiste, seguimos.
Digamos que la cosa prometía, y no voy a desvelar lo que pasa, pero Jenny y Marina son un combo brutal en esta serie, y aunque Alice no ardió, las que ardieron un poco fueron ellas. Descubridlo vosotros mismos, este es un blog libre de spoiler.
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Vaya, se me escapó... |
Habéis tenido diez años para ver la serie, así que lo siento si se me escapan más...
Bette y Kit no tienen una relación demasiado estrecha al principio de la serie porque Kit es un poco bala perdida (y en proceso de ser ex alcohólica) y Bette está un poco hasta las pel... arices. Pero cuando Kit tiene que actuar como la hermana mayor que es, lo hace, y da unos consejos que son para enmarcar. Tras discutir con Tina, Bette corre a su hermana y el resto de la humanidad es testigo de unas palabras que no tienen precio:
"There's only one thing that cuts across all our realities. It's love. The bridge between all our differences. And you have so much love in your life. Why are you trying to tear down that bridge, why?
Bette es la directora del CAC (Centro de Arte de California), y no sólo es una apasionada del arte, sino de todo lo que hace en su vida. Ante la aparición de unos cuantos problemas con una colección llamada "Provocaciones", la cual ella defiende a capa y espada, decide presentarse en el hotel en el que se aloja la millonaria Peggy Peabody, de la fundación Peabody, aprovechándose de una confusión por parte de ésta. La conversación que mantienen (o más bien, el monólogo loco de la Peabody) es tronchante, pero no es ahí a donde quiero ir a parar. Bueno, paro sólo para meter un gif.
Ya está. El caso es que, pasada la confusión, Peggy descubre en realidad quién es Bette y lo que necesita. Ambas congenian, beben zumo de mango con vodka y hablan durante horas. Todo termina con Bette alucinando pepinillos cuando Peggy le enseña una foto original de Carla Marie Freed, una artista dedicada a fotografiar a la misma mujer durante doce años. Ahí conocemos a la verdadera Bette, la Bette llena de pasión por la belleza y por el arte que se rinde y llora como una cría ante la presencia abrumadora de una obra. Hablando sobre el misterio, la pasión y el ejercicio de mirar que hay entre fotógrafa y modelo, Bette rompe el cascarón y nos enseña que no es tan fría como la pintan. Sin duda, esta escena es una de mi favoritas de todos los tiempos.
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"No te vuelvo a repetir que soy buena persona, ¡joder!" |
Aunque Bette mola bastante, no puede negarse que las auténticas protagonistas de la primera temporada de L son Jenny y Marina, así que volvamos a ellas. En el tercer capítulo hay una de las escenas más emotivas protagonizadas por Jenny Schecter, y esto es lo que ocurre:
"I don't know what to do, every time I look at you, I feel so completely dismantled."
Y esto ocurría al comienzo de ese mismo capítulo:
Que sí, que es verdad que justo después, Jenny se arranca esa sudadera forroñosa que lleva en la primera imagen, pero no es por lujuria. Está completamente loca por Marina y ese gesto de "me entrego a ti" es uno de los más sinceros y tiernos que se le pueden ver a Jenny en toda la serie. Y ese abrazo, telita. Todo el mundo acabará odiando a Jenny antes o después, pero vamos a reconocer que es el personaje más completo de la serie con diferencia.
Me gustaría mencionar también la escena en la que Jenny habla de lo inspirada que se siente en casa de Marina, "por cómo entra la luz por las ventanas", de esa forma tan tierna que nos hace pensar que es la persona más vulnerable del mundo, con ese matiz infantil que hasta te dan ganas de invitarla a tu casa. No sabe por qué se siente tan feliz mientras Tim está tan mal (yo sí), y Marina le dice que ella merece ser feliz. Es todo tan increíble en esta serie que nunca te acostumbras a que diez segundos después siempre se rompa la magia (bah venga, no siempre).
No pensaba que la mayoría de mis escenas favoritas estuvieran protagonizadas por Jenny Schecter (¡Jenny Schecter!), y los que hayáis visto la serie entenderéis por qué, pero así es.
Esta entrada es un total caos y un batiburrillo de ideas que he ido anotando desde que recomencé a ver la serie, así que probablemente no se entienda nada si no se ha visto la serie, pero si la habéis visto sólo espero que lo paséis bien recordando bonitos momentos.
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Tan bonitos como este |
Vale, una de las cosas más graciosas que podemos ver en esta temporada es cómo Dana sale del armario frente a su gato Mr Piddles y luego le pregunta si aún la quiere. El gato ronronea sin parar cuando, de repente, alguien entra en casa de Dana. Lo que hace ella es taparse con el nórdico hasta la barbilla, algo que todos haríamos si alguien entrase en nuestra casa. Alice aparece claramente cabreada por la actitud de Dana hacia su propia sexualidad y porque esta no sale de la cama desde su ruptura con Lara. Entonces, le dice que ella SÍ tiene problemas de verdad.
"Some of us have it worse, you know, Dana. Some of us are dating lesbian men. Okay? C'mon."
JAJAJAJA
Te amamos, Alice. No puedo decir nada más. Bueno, sí que puedo. Dana y Alice son otro de los supercombos más tiernos y divertidos de la serie, y la relación entre ellas no para de mejorar capítulo a capítulo, dándonos momentazos inolvidables. Me callo porque no quiero spoilear aquí.
No he hablado aún de Super Sexy Shane. Shane es una conquistadora nata, que no mira ni hacia atrás ni hacia adelante, es la mejor amiga que puedes tener y la peor novia que puedes echarte (si es que eres capaz de conseguir esto último).
Shane pasa completamente de relaciones y va saltando de cama en cama. Las ataduras no son lo suyo, y ya en esta temporada ser tan mujeriega le trae consecuencias, como que uno de sus ligues (paréntesis para mostrar mi indignación por la gradual desaparición que está sufriendo esta palabra) se ponga a pegar carteles de ella por la ciudad y a repartir por la calle flyers con su cara mientras advierte a la gente de lo peligrosa que es.
¿Y qué le pasa a Shane al final de la temporada?
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La lío parda |
¿Lo queréis saber de verdad?
Shane se enamora.
Se enamora de una mujer mayor que ella, rica, caprichosa, con marido y una hija que a su vez se enamora de Shane. ¿Parece una broma de mal gusto, verdad? Lo es. La aventura dura un tiempo, hasta que todo el mundo se entera de todo y Cherie, la millonaria en cuestión, le espeta a Shane lo siguiente:
"What if, in the time we spent together, I felt more alive than I have in the last 20 years of my life? What if that were true? Do you think that I would leave my husband? My child, my houses in Bel Air and East Hampton, my trips to Paris? My black tie galas? To run to some rank little love nest, with a 25-year-old assistant hairdresser who barely has her foot in the door? In this fucking ugly world, that kind of love does not exist."
En ese preciso instante, a todos se nos parte el corazón. Estamos contigo, Shane.
Podría seguir hasta el infinito comentando esta serie, y aún así me dejaría cosas. El resumen de la primera temporada terminaría aquí, pero antes, haré una selección de los mejores y peores personajes, dentro de mi opinión, de esta temporada.
¿Cuáles son mis personajes favoritos?
Dentro de los personajes principales, me quedo con Marina. No puedo evitarlo. Ni quiero. Marina es el personaje al cual puedes odiar y puedes amar dentro de una misma escena. "The Demons that tempt me", que decía Jenny.
En cuanto a los personajes secundarios de esta temporada, creo que me quedaría con Ivan Aycock, al que conocemos en una noche de drag kings en el Planet para luego quedarse en la serie durante unos cuantos capítulos. La compleja relación que mantiene con Kit se convierte en una de las tramas más interesantes de la primera y segunda temporada.
En cuanto a mis personajes más detestados, puedo decir que Tim es el más odiado dentro de los principales. Vale que te traes a tu novia a Los Ángeles y te pone los cuernos, vale que estás herido en tu orgullo de machito pero, Tim, tienes que saber que tu manera de actuar y de dirigirte a tu ex deja bastante que desear y lo único que has hecho es dejarnos comprobar que en realidad eres un capullo y un engreído de mil demonios. Hay cosas que no deberían hacerse, por muy dolido que estés.
Otro personaje totalmente imprescindible (ahora matizo esto) en esta primera temporada, aunque odiado por mí, es Candace Jewell. La relación de Bette y Tina no pasa por su mejor momento, y aparece de la nada en el CAC una carpintera bastante más manitas de lo necesario. Tina y Bette son "LA PAREJA" por excelencia en esta serie, no hay nada que no puedan superar juntas. Ahora bien, una infidelidad es algo que aporta a esta pareja un plus de "no te confíes, en esta serie nadie sale de rositas". Candace nos enseña a todos, además, que es posible tener sexo con alguien sin ni siquiera tocarle.
A mi me gustan mucho Bette y Tina. Por eso te odio mucho, Candace. Pero mucho.
Creo que no me dejo nada en el tintero. Ahora mismo me voy del sofá a mi habitación a seguir disfrutando de mi domingo empezando la segunda temporada de L. Os invito a acompañarme.