Hace pocas horas que se ha publicado el último disco de Fangoria, Canciones para robots románticos, y he podido ya escucharlo de principio a fin. ¿Que qué me ha parecido? Pues, para ser sinceros, hacía mucho tiempo que un disco suyo no me gustaba tanto así, a la primera escucha. Y a las siguientes, pues ya iremos viendo :D Promete, promete.
Tengo muchas emociones en el cuerpo. Entre el nuevo disco de Alaska y Nacho (y de algún otro grupo), el concierto en abril, el concierto de The Cure en unos meses y demás ajetreos del día a día, no quepo en mí de gozo. Y como guinda del pastel, esta semana fui al cine por fin a ver Carol. Entonces ya, para qué os voy a contar. Cuando terminó me quedé sentada pensando "bueno, yo me quedo y que le vuelvan a dar al play".
Bueno, Carol ya merece una entrada para sí sola. ¡Qué película tan maravillosa, por dios! [intertar corazoncito aquí, aquí y aquí]
[Y aquí otra media docena más]
Me siento completamente sobreestimulada, entre unas cosas y otras. Mucha música, muchas pelis y muchas series requieren mi atención. Problemas del primer mundo, que diría una que yo me sé. Tengo la suerte de tener un horario de trabajo que de momento me permite dedicarle tiempo suficiente a estos quehaceres del día a día, entre ellos, subir entradas a mi blog. Y no lo hago más porque pensar cansa.
Bien, pues con motivo del lanzamiento de Canciones para robots románticos, la entrada de hoy va a estar dedicada a Fangoria y a sus mejores canciones. Qué entiendo yo como sus mejores canciones es otro tema, también os digo. ¿Mejor decir mis canciones favoritas? Podría decirse que sí, aunque he eliminado algunas de la lista por ser demasiado obvias y porque a ver a quién no le van a gustar "No sé qué me das" o "Miro la vida pasar". Es verdad que he incluido alguna un poco obvia de los primeros discos, pero como por entonces nadie se acordaba de ellos y estaban en tierra de nadie postDinarama, supongo que tampoco es obvio del todo.
Tengo una lista un poco preparada, y como sé que va a ir cambiando a medida que vaya escribiendo y añadiré y quitaré cosas, no voy a numerar las canciones. Vamos a llamarlo Top Hits de andar por casa, y veremos lo que va saliendo.
Alaska no salía en realities y Nacho tenía pelo. Fangoria acababa de nacer. Año 89 |
"En mi prisión" (Salto Mortal, 1990)
No me sigas con cuentos y échale más valor
qué sabes tú lo que siento, qué sabrás tú del amor
No me sigas con cuentos y échale más valor
qué sabes tú lo que siento, qué sabrás tú del amor
El primer disco de Alaska que fue mío, y sólo mío, fue el Delirios de Grandeza, un recopilatorio que se publicó en 1996 y que incluía lo mejor de Pegamoides, Dinarama y alguna cosilla de los comienzos de Fangoria. Esto lo habré contado entre quince y treinta y seis veces. Mi hermano terminó por regalármelo, después de habérselo pedido prestado para escucharlo unas doce mil docenas de veces.
Lo de anunciado en televisión es totalmente cierto. Yo aún me acuerdo del anuncio y espero con esperanza a que alguien en algún momento lo rescate de alguna cinta vieja y lo cuelgue en youtube.
El disco incluía sólo tres canciones de Fangoria, y una de ellas era "En mi prisión". Recuerdo que aquel sonido no tenía nada que ver con "Ni tú ni nadie", ni con "Vértigo", que te hacía saltar y vociferar mientras corrías por los pasillos de casa. Aquello era diferente, Alaska parecía diferente, casi susurraba, y el sonido, para los oídos de una cría de ocho años, daba un poco de miedo. Yo de aquella ni siquiera sabía la diferencia entre los tres grupos, sólo sabía que Alaska era el denominador común y que Pegamoides era divertido (ya sólo el nombre sonaba divertido) y Dinarama, como muy alegre. Pero las últimas canciones del disco sonaban diferentes y parecían más serias.
"Veo la casa quemada al mirar atrás" sonaba igual de fuerte que "maté al siguiente con un alambre", pero mis tiernas orejuelas notaban algo diferente, y no sólo en el pelo de Alaska.
Los vídeos que hicieron en esa época eran muy serie B. Chroma psicodélico, Alaska haciendo playback y Nacho dejando que la cámara hiciera todo el trabajo. Esto último más o menos como ahora, vaya.
"Siempre alrededor" (Un día cualquiera en Vulcano 1.0, 1992)
Del futuro me esfumé, del pasado me burlé
y el presente me da tanta risa
Entre 1992 y 1995, Fangoria sacó la trilogía de Vulcano, que era su propio estudio por aquel entonces. "Siempre alrededor" no es ni de lejos una de las canciones más conocidas, pero a mí siempre me ha parecido muy pegadiza, y las letras de Nacho siempre merecen la pena. Una canción sobre jueguecitos espacio-temporales con un ritmo bastante colorido que hacen de ella más que merecedora de aparecer en alguna lista por una vez en su historia.
"En la Disneylandia del amor" (Un día cualquiera en Vulcano 2.0, 1993)
No tienes que buscar ningún otro lugar
tras esta puerta encontrarás mi altar
"En la Disneylandia del amor" es, para mi gusto, la canción más bonita de la historia de Fangoria. Será mejor o peor que otras, pero es una canción preciosa y, por una vez, en la letra no hay traiciones, ni desamor, ni venganza, ni rencor, ni robots ni ningún tipo de personaje tóxico. Sólo hay de eso, amor, libertad, mucho refrote (con mucho glamour, eso sí) y ningún tipo de arrepentimiento ni pudor. Y como siempre, Nacho haciendo algo (aquí lee una revista) y Alaska guapísima y sensual con su playback.
"Misterios" (Un día cualquiera en Vulcano, 2.0, 1993)
¿Por qué tú con mis cartas enciendes otros fuegos
si yo me llevo puesto el que arde en mi interior?
Traición, un amor que se esfuma, infidelidad, rechazo, ¿odio?, ¿arrepentimiento? "Misterios" es una canción bastante oscura en muchos sentidos y adornada de guitarras eléctricas distorsionadas, algo que era muy típico en muchas de las primeras canciones de Fangoria. El resultado es digno de escuchar. En su disco Cuatricomía (2013), dedicaron uno de los cuatro minidiscos (el negro, claro está) a rescatar del olvido (que no Olvi) sus influencias más siniestras. El disco negro del Cuatricomía es, no lo voy a negar, bastante molón. Pero escuchando temas como "Misterios", lo que hoy es negro para Alaska y Nacho me parece más gris marengo que otra cosa. Han desteñido sus influencias, pero eh, que no me quejo.
"Dios odia a los cobardes" (Un día cualquiera en Vulcano, 3.0, 1995)
Por una vez que me arriesgué a confiar
me di de bruces con la cruda, sucia y fea realidad
Lo neguemos o no, todos tenemos algún motivo en nuestras vidas (o varios) para sentirnos unos cobardes. Pero le ponemos remedio, nos hacemos los valientes, y nos explota en la cara. Entonces, ser cobarde es humano, supongo. Nada, que escuches cuando escuches esta canción, siempre te vas a acordar de algo que deberías hacer y no haces. Y te animas a hacerlo, ahora o después, y que explote todo si quiere.
Cierro el repaso a la trilogía Vulcano con esta última canción.
Y llegamos al año 99 con el que es, en mi opinión, el mejor disco de Fangoria hasta la fecha.
"Me odio cuando miento" (Una temporada en el infierno, 1999)
Nos despedimos despacio para alargar el momento
siendo prudentes, por no decir cobardes
y apretando los dientes, para no decir
"yo me quiero quedar aquí contigo"
No hay duda de que los 90 fueron para Fangoria una década oscura. Con los 2000s llegó el color, la frivolidad, las melodías pegadizas. Pero en los 90 Fangoria estaba en tierra de nadie, Dinarama ya no existía y la gente no parecía mostrar mucho interés por lo que hacían los restos de aquel grupo cumbre de la Movida. Todo lo contrario había pasado en la transición Pegamoides-Dinarama. Pero es verdad que Alaska y Nacho dejaron de ser el centro de una década mágica para pasar a otra y caer en un momento en el no eran más que un par de raros que hacían música rara. Pero ellos siguieron haciendo lo mismo, hasta que, poco a poco, volvieron a dar que hablar. Una temporada en el infierno es el disco que marca un poco las dos etapas. Aunque sigue siendo un disco bastante melancólico, marca muy claramente el cambio entre las dos décadas y parece que se empieza a avistar un poco de luz.
Fangoria nunca ha dejado de hacer canciones un poco taciturnas y de letras muy amargas. Es verdad que, en ese aspecto, pocas cosas han cambiado. Pero hubo un punto en el que la nostalgia dio paso a la superficialidad (superficialidad en el buen sentido de la palabra), y ese punto de inflexión fue este disco. Aún en él hay presente una pesadumbre que les había acompañado desde su primer disco, pero a partir de aquí, Fangoria nunca más serían unos ignorados. Todo lo contrario.
Una temporada en el infierno es un discazo, es redondo, tiene principio y final como tal. Es magnífico. Y "Me odio cuando miento", sin duda, mi canción favorita de toda la historia de Fangoria.
"¿Cómo solucionar problemas del corazón en condiciones atmosféricas adversas?" (Naturaleza muerta, 2001)
¿Cómo desactivar la tentación oyendo tu voz?
¿Cómo improvisar la solución sabiendo el error?
Con Naturaleza muerta volvió el éxito comercial para Fangoria. No veo que cambiaran demasiado, hombre, han cambiado de lo lindo desde los comienzos, pero ha sido una progresión continua. Aunque es cierto que desde ese disco los sonidos han evolucionado hacia parajes más coloristas, es así. Alaska ya no cantaba de manera tan melancólica ni Nacho parecía odiar tanto al mundo (mierda, espera, borra esto último). Naturaleza muerta fue uno de los primeros discos que me compré en mi vida, el resto eran regalados o eran cintas. Yo tenía 12 ó 13 años y tenía un discman muy chulo desde hacía no mucho. Nunca llegué a rayarlo, de hecho aún lo conservo en muy buenas condiciones, pero no sé cómo lo conseguí.
Esta canción me gustaba especialmente, todas esas metáforas climatologías aún poseen un halo de aflicción bastante interesante. Mucho más interesante que otras muchas cosas que vinieron después.
"Teatro del dolor" (Arquitectura efímera, 2004)
Entre los dos cayó el telón, tu fuiste el gran actor
de mi tragicomedia
Qué mal final de un mal guión, qué absurda decisión
por eso aquí se acaba la función
Con 16 años, esta canción me parecía una de las más tristes que había oído nunca. La adolescencia es una etapa en la que vives todo como si fuera el último día de tu vida, o más intensamente si cabe. Hay sensaciones y sentimientos que aparecen por primera vez, antes no te habías dado cuenta de que ahí estaban. Supongo que la música es una gran maestra, y aunque todo sea a base de letras y ritmos que les acompañan, aprendes más escuchando que esperando a que todo lo que descubres de oídas te pase a ti. Tarde o temprano lo hace, así que si te pilla preparado, ya sabes de qué va el asunto.
Arquitectura efímera nació como parte de un proyecto en común con el MUSAC (Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León). El director era muy colega de Alaska y Nacho y decidieron utilizar las canciones del disco como base para ciertas obras creadas por artistas asociados al museo. El disco salió y el MUSAC aún no se había inaugurado, pero el DVD que acompaña a la edición limitada del disco se considera como la primera exposición del MUSAC, en palabras de Rafael Doctor, director del museo.
"Ni contigo ni sin ti" (El extraño viaje, 2006)
Vuelves a mentir, no me engañas
tú no eres feliz
no sin mí
no sin quien te haga sufrir
Reconozco que he estado a punto de saltarme este disco en mi selección de canciones. No tenía pensado seleccionar una de cada disco, pero más o menos ha salido así. El extraño viaje es mi disco menos favorito de todos. Alaska y Nacho se vistieron entericos de blanco y no les sentó nada nada bien en ningún aspecto. En mi opinión, ninguna de las canciones merece especial mención salvo esta, que por lo menos es bastante pegadiza.
Amor despechado al más puro estilo telenovela mexicana es lo que transmite esta canción. La letra no es la más ocurrente del mundo, pero al menos puedes identificarte con ella. A ver quién no ha pensado alguna vez eso de "ni contigo ni sin ti"...
"La pequeña edad de hielo" (Absolutamente, 2009)
Una pequeña edad de hielo es un mal pasajero
sabiendo que la hoguera arderá en este invierno polar
He aquí una de mis canciones favoritas de Fangoria. Sí bueno, todas estas lo son, pero esta más. Había mucha expectación con el nuevo disco de Fangoria y se decía que habría bastantes sorpresas. En efecto, Alaska se tiñó de negro, lo cuál ya era bastante impactante. Dejaron el blanco y se pasaron al plateado y al negro. Sara Montiel cantó y grabó vídeo para la canción que da título al disco.
Lo cierto es que Absolutamente es mi disco menos escuchado de ellos, no sé por qué, porque me gusta mucho, reconozco que es fresco y en él se perciben muchas de las influencias que les han marcado con el paso de los años. Pero cosas que pasan, he escuchado mucho más otros de sus discos, supongo que será coincidencia. De todos modos, esta canción me encanta, y la veo como una prolongación de "¿Cómo solucionar problemas del corazón en condiciones atmosféricas adversas?". Primero pasas por una tormenta que no sabes si vas a poder superar, y ahora ya estás completamente congelado, probando a ver si con un poco de fuego puede solucionarse. Medidas desesperadas de ultima hora. Canción absolutamente maravillosa, y Alaska estaba guapísima.
Después de este disco, Fangoria publicó el mejor regalo que le ha hecho a los fans nunca. El paso trascendental del vodevil a la astracanada, un recopilatorio con varios discos diseñado por Juan Gatti.
Este disco lo tenía todo: todos los singles de Fangoria desde el comienzo, versiones de otros artistas, rarezas, un DVD con videoclips y, lo más importante, un cd con versiones de Pegamoides y Dinarama, algo que no creíamos que iba a ocurrir jamás. Pero los astros se alinearon y Alaska y Nacho deleitaron a los fans con esta maravilla llena de referencias a su carrera y a sus influencias. Una obra de arte elegante y excesiva a partes iguales. Si le dicen a Alaska en el 90 que iba a estar cantando "Ni tu ni nadie" en un teatro de Buenos Aires a lo Noche de fiesta veinte años después, no se lo cree ni borracha.
"Un robot no cree en Dios" (Cuatricomía, 2013)
Borré los sueños y los fantasmas
pensé en la muerte, y un poco asustada
vi el futuro ardiendo en la distancia
Fangoria nos tuvo bien entretenidos con la "Operación Vodevil" durante tres añitos, entre giras y demás. Pero llegó el momento de sacar nuevo disco y lo que llegó mereció con creces la espera. Cuatricomía (posteriormente ampliado en una reedición llamada Policromía) estaba compuesto de cuatro EP's diferentes que representaban las principales influencias de Fangoria desde los inicios: el cian representaba el pop, el magenta el rock & roll, el amarillo la electrónica y el negro la música siniestra. Los cuatro discos venían incluidos en una cajita junto con láminas de colores que superpuestas formaban la portada, y un libreto. Se habían superado una vez más mimando a los fans, de eso hay que estarles agradecidos.
El disco en general me encantó, pero hay dos canciones que me gustaron especialmente. Una de ellas fue "Un robot no cree en Dios", del disco amarillo. La letra es muy Nacho. Vamos, que si quieres ahora mismo le llamo y le pregunto qué coj... significa todo eso, pero creo que está de firma de discos, así que le viene un poco mal que le llame a estas horas. De todas formas, con la ciencia ficción siempre toca poner de nuestra parte. Pues aquí igual.
"Cuatro colores" (Cuatricomía, 2013)
No tengo miedo mientras me elevo
dejando el mundo, dejando el suelo
Lo siniestro me tira, me tira de lo lindo. "Cuatro colores" es la canción que cierra el disco, la última canción del EP negro. Un broche de oro para un disco multicolor diseñado para ser interpretado de manera individual, un disco enigmático en su mayor parte y uno de los más completos. La voz de Alaska en esta canción suena como si estuviese tumbada, muy acorde con lo que la letra te va transmitiendo, y acorde con el color del disco.
¿Lo hago o no lo hago? Venga, me lanzo a la piscina. He escuchado sólo una vez el nuevo disco, pero varias veces ya una canción en especial que me ha gustado muchísimo.
"Disco Sally" (Canciones para robots románticos, 2015)
El reloj molecular se paró hace tiempo ya
ha dejado en el ambiente un eco muerto del tic tac
El reloj molecular se paró hace tiempo ya
ha dejado en el ambiente un eco muerto del tic tac
Tengo entendido que Alaska tuvo serias dificultades para llegar al tono en esta canción, así que veremos al guapisimo Rafa Spunky en directo echándole una mano seguro. No importa, porque la canción es impresionante y emotiva. Según me cuenta google, Sally Lippman fue una mujer nacida en 1900 muy famosa porque se pegaba unas juergas que no veas en la discoteca Studio 54 de Nueva York. Pero esperad, que Nacho os lo cuenta mejor.
Me gusta, me gusta mucho esta canción. A ver qué os parece.
Y mientras yo estaba aquí, echando la tarde recopilando grandes temas de uno de mis grupos favoritos (más que grupo, de dos de mis artistas favoritos de la historia), ellos estaban en el Fnac de Callao, a dos kilómetros de mí, firmando discos. Pero punto uno, aún no tengo mi disco, porque los del preventa de El Corte Inglés son un poco inútiles (de todas formas ya me viene firmado); y punto dos, soy de las que piensan que es mejor dejar correr el aire entre tus ídolos y tú.
Gracias por leerme, una vez más.
Gran entrada, yo soy fan de fangoria desde hace unos 15 años no desde que inicio pero en este tiempo se han convertido en mi grupo favorito en mi blog trato de hablar mucho de ellos al igual que tu con esta entrada, me gusta leer como a otras personas en el mundo las letras de fangoria las hacen suyas ya que así lo hago yo, saludos desde gdl mx
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