sábado, 1 de agosto de 2015

Little Expectations

No sé qué pensar del mundo en el que vivimos. Buscar sentido a los sucesos que manchan los telediarios cada día es casi una tarea imposible y además, intentar entenderlo es algo tan agotador que a veces no merece la pena ni intentarlo. El mundo es raro. No tenemos solución y no, señores de Aquarius, no, el ser humano no es extraordinario, los seres humanos somos un cúmulo de basura de aquí a Marte y lo único que hacemos es expandir un olor tan fétido que ni nosotros mismos nos aguantamos. El mundo es cada día más horrible, más violento y más peligroso. No tendría que ser así. Tendríamos que tener al alcance de la mano posibilidades como la de ser felices, millonarios, enfermar, dejar de fumar, ser infieles, casarnos ocho veces, escuchar música satánica, comer hasta ponernos ceporros, emborracharnos cada noche si queremos. Tendríamos que poder salir a la calle desnudos si nos diera la gana. Las posibilidades son infinitas. Pero es terrible que una de las múltiples opciones que tenemos al alcance sea salir a la calle y que un loco nos dé una paliza, escuchar la noticia de que un padre ha matado a sus dos hijos a menos de 300 km. de donde estás ahora mismo sentado mirando tu pantalla de ordenador, o que alguien muera por ser quien o como es, o que una madre tire a su hijo al contenedor. El mundo es un lugar singular, no hay duda.

Bien, no tenía pensado despotricar tanto. Dejo de hacerlo en 3, 2, 1... ¡ya!
No soy de las que tiene mucha fe en el hoy ni en el mañana, y eso no me gusta un pelo. Y voy a peor, no puedo evitarlo. Afortunadamente, sí que hay muchas cosas que me hacen tener un poquito de ilusión por lo que tenemos, lo que hacemos, cómo lo hacemos, o el legado que otros nos han dejado. Las personas podemos hacer también cosas buenas, dar al mundo un trozo de lo que mejor hacemos y dejarlo ahí, reposando, creciendo como si fueran pequeñas semillas que intentan poblar este pobre mundo nuestro de maravillas que, gracias a su ilusión, serán eternas. Se me ha ocurrido para esta entrada hacer una pequeña recopilación de algunos de estos momentos, cosas que para mí, hacen que merezca la pena andar vagando por éste nuestro planeta.
Ahí va una lista (no completa, ni mucho menos) de pequeñas cosas que me hacen feliz o que, simplemente, me hacen poner cara de lela y decir "wow..."

LAS MANOS DE BELA LUGOSI
Bela es y será siempre Drácula, no hay ningún otro como él. La figura del vampiro ha estado cargada de sexualidad en el cine durante décadas, pero antes de que Drácula se convirtiera en un sex symbol, Bela le había dado al conde un distinguido aire aristocrático, mucha clase y una de las presencias más imponentes de la historia del cine de terror.
Los movimientos que hacía con sus manos serían algo característico en la mayoría de sus películas.





EL CONCEPTO DE "MOVIDA MADRILEÑA"
No sé cómo fue ni lo que pasó durante aquellos años. Desgraciadamente, cuanto más leo y más documentales veo en relación a ello, más lejano e indescifrable me parece. Supongo que sólo los que lo vivieron pueden entender cómo pasó y por qué fue todo tan intenso. La creatividad brotaba hasta de las alcantarillas. Fuese lo que fuese, fue, y doy gracias por ello.

LOS CARNICEROS DEL NORTE
Corría el año 2007 (más o menos...) y yo era muy de Myspace, me encantaba Myspace. Luego, Facebook ganó terreno y todos los músicos se mudaron ahí, pero gracias a Myspace descubrí a algunos de los que hoy en día son mis grupos favoritos. Los Carniceros del Norte son uno de ellos. Postpunk, letras en español inspiradas en pelis de terror... poco más se puede pedir. Canciones que no dejan indiferente a nadie, originales, divertidas, emotivas otras, y el resto horripilantes. El Exorcista, El Resplandor, Carrie, Psicosis, Alucarda, El fantasma de la Ópera, Nosferatu... desde la primera canción a la última, idolatro a este grupo.

LAS MANOS DE STEVE HARRIS
Segundo par de manos de la lista. El bajista y lider de Iron Maiden es uno de esos músicos que me hipnotizan. Su manera de mover los dedos es tan impresionante que parece que sean de goma. Steve es uno de esos tipos de los que se puede decir la frase: "acaricia las cuerdas". Literalmente lo hace.

EL LIBRO COMO FORMATO
Si alguna vez el libro se extingue (que lo hará, al igual que el pergamino, los vinilos, las cintas de cassette o la canción del verano), yo me extinguiré con él.

EL TERROR
Es el género más importante de todos y uno de los pilares de mi existencia. Me da igual si viene en forma de película, canción, libro o bolsa de cheetos. De alguna manera tenemos que aprender que no somos tan valientes como nos creemos, y qué mejor forma que un "in your face" con sabor a sangre.

LOS SIMPSON
Son parte de mi vida, y de la de todos. Quien diga que no le gustan los Simpson, miente. La serie de televisión que nunca olvidaremos, si es que algún día llega a terminarse y no nos olvida ella a nosotros.


DUBLÍN
En este mundo un tanto apestoso quedan aún rincones que merecen la pena. Dublín es la ciudad a la que siempre quiero volver porque es donde más feliz he sido, donde mejor me lo he pasado y en la que he vivido los momentos más especiales de mi vida hasta hoy. Dublín es magia, y pase lo que pase estará ahí, esperando.

LA VOZ DE VINCENT PRICE
El maestro del terror. Qué digo, Vincent Price fue y será uno de los grandes genios de la historia del cine, de terror o no terror. Te echamos de menos.


CHERIE Y JOAN
Cherie Currie y Joan Jett formaron parte de The Runaways allá por finales de los 70. Me encanta el combo rodeado de magia que formaron estas dos pedazo de féminas. Treinta y cinco años después, muchas cosas han cambiado pero la leyenda sigue encendida. Para mí, las Runaways son casi una religión.


THE MUNSTERS
La familia más divertida de la televisión y para una servidora, la mejor serie de televisión de la historia. Siniestros pero desternillantes. 


Después de recopilar todas estas maravillas, he de reconocer que nuestro mundo no está tan mal, al fin y al cabo. Nos divierte destruir, eso es verdad. Pero si entre tanta basura esparcimos por el mundo genialidades como estas, puedo permitirme reconciliarme con él de vez en cuando. Fin del enfado.

3 comentarios:

  1. Ay hermana, hay nihilistas menos nihilistas que usted. Me ha encantado esta entrada, aunque hecho alguna cosilla en falta (¿dónde se ha metido la cerveza?) y veo que hay algo que falla en la composición.
    Vamos a ver, cómo es posible que me hayas puesto a Mr. Harris a.k.a el-punk-es-mierda-no-somos-punks-si-dices-que-somos-punks-te-arreo-con-toda-la-mano-abierta, al lado de unos postpunks!?

    Señor, que punk es todo.

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  2. ¿Hay algo más punk que una lista sin orden ni concierto? Pues eso. Veo la vida desde unos ojos muy punks yo últimamente.
    La lista está incompleta, quizá haya segundas partes. Buenas, no sé si mejores.
    ¿He oído cerveza?

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  3. Tus fans seguiremos esperando segundas partes, que seguro que serán buenas. Muchas secuelas hay a la espera, así que ¡póngase las pilas!

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